La reforma del copyright favorable a la IA en el Reino Unido: ¿una amenaza o una oportunidad para los creadores de contenido?

El Reino Unido está avanzando con una ambiciosa estrategia de inteligencia artificial que busca posicionar al país como líder global en esta tecnología. Entre las 50 iniciativas clave del AI Opportunities Action Plan británico, hay una que destaca por su carácter especialmente controvertido: la propuesta de reforma de las leyes de derechos de autor para adaptarlas a las necesidades de la IA. Aunque esto podría fomentar la innovación tecnológica, ha despertado una fuerte preocupación entre creadores de contenido, autores y músicos, que temen que se desvalorice su trabajo.

IA y derechos de autor: ¿un choque inevitable?

En el centro del debate está el intento del Reino Unido por hacer que su regulación sobre minería de texto y datos sea más competitiva frente a la de la Unión Europea. Con los cambios propuestos, los desarrolladores de inteligencia artificial podrían obtener un mayor acceso a materiales protegidos por derechos de autor para entrenar sus modelos, posiblemente sin el consentimiento explícito de los titulares de esos derechos.

Esto ha provocado duras críticas desde el sector creativo. Muchos argumentan que esta reforma podría desembocar en lo que Dan Conway, CEO de la Asociación de Editores, describe como “un saqueo liderado por la tecnología estadounidense” del contenido protegido en el Reino Unido. Ed Newton-Rex, fundador de Fairly Trained, también ha advertido de que estos cambios podrían devaluar el trabajo de los creadores, oponiéndose firmemente a la idea de que las empresas de IA tengan acceso ilimitado a obras protegidas.

Cómo podría afectar esto a los creadores de contenido

Para músicos, escritores y otros perfiles creativos, estas reformas podrían tener importantes consecuencias, tanto económicas como profesionales:

Pérdida de control sobre la propiedad intelectual

Muchos creadores ya tienen dificultades para proteger su obra en plena era de la piratería digital. Si a los desarrolladores de IA se les permite entrenar sus modelos con material con copyright sin consentimiento previo, los artistas perderían el control sobre cómo se utiliza su trabajo.

Posible disminución de ingresos

A medida que el contenido generado por IA se vuelve más común e indistinguible del creado por humanos, podría reducirse la demanda de obras originales, afectando directamente a los ingresos por licencias y derechos de autor.

Desventaja competitiva para los creadores británicos

A diferencia de otras jurisdicciones como Estados Unidos —donde están en marcha demandas contra empresas de IA por violaciones de copyright—, la postura más permisiva del Reino Unido podría situar a sus creadores en una posición de desventaja. Las empresas de IA podrían usar libremente su contenido, mientras que en otros países aún se mantiene una protección más estricta.

Lecciones del enfoque de la Unión Europea

Todo indica que el Gobierno británico está observando con atención el modelo del AI Act de la UE. El marco europeo incluye un sistema de “exclusión voluntaria” (opt-out), que permite a las empresas de IA usar contenido protegido para entrenar sus modelos, a menos que el titular de los derechos indique expresamente lo contrario. Este modelo ya ha generado rechazo por parte de grandes nombres de la industria musical, que consideran que impone la carga sobre los creadores, no sobre los desarrolladores de IA.

Como respuesta, grupos como Sony Music y Warner Music han enviado notificaciones formales a empresas tecnológicas y desarrolladores de IA para dejar claro que su contenido no puede utilizarse sin permiso. Queda por ver si los creadores británicos contarán con mecanismos similares de protección dentro de la reforma propuesta.

¿Una oportunidad dentro del problema?

A pesar de las preocupaciones, el plan de acción sobre IA incluye algunas medidas pensadas para proteger a los creadores de contenido. Una de ellas es la creación de un conjunto de datos de medios “libres de derechos”, provenientes de instituciones como los Archivos Nacionales y la BBC. Esto permitiría a los desarrolladores entrenar sus modelos sin infringir las leyes de propiedad intelectual.

Además, el plan contempla inversiones en infraestructuras de IA y la creación de “Zonas de Crecimiento de IA”, que podrían generar nuevas oportunidades para los creativos británicos dispuestos a colaborar en proyectos basados en esta tecnología.

Lo que viene por delante

El Gobierno del Reino Unido estima que la IA podría aportar unos 47.000 millones de libras (57.100 millones de dólares) anuales a la economía en la próxima década, con miles de millones ya comprometidos por grandes empresas tecnológicas. Pero, ¿a qué precio?

Con las protecciones de derechos de autor en juego, los creadores de contenido deben mantenerse informados y participar activamente en los procesos de consulta abiertos. La forma definitiva que adopte esta reforma determinará si el Reino Unido puede seguir siendo un referente tanto en innovación tecnológica como en excelencia creativa, o si inclinará demasiado la balanza a favor de las empresas de IA, dejando atrás a artistas y escritores.

A medida que la inteligencia artificial continúa transformando industrias, el debate sobre quién controla el contenido creativo en la era digital está lejos de haberse resuelto.